El método Montessori se caracteriza por proveer un ambiente preparado que ayude al niño en su desarrollo. Cuando hablamos de ambiente preparado no solo hacemos referencia al espacio físico o a su decoración, sino también a las personas con las que el niño se relaciona y las actividades y directrices que se plantean dentro de este espacio. Un espacio ordenado, estético, simple, real, donde cada elemento tiene su razón de ser en el desarrollo de los niños.

¿Por qué el ambiente preparado puede ayudar al niño en su desarrollo integral?

El ambiente preparado fomenta la independencia en el niño

En las aulas Montessori se ofrecen actividades que responden a las necesidades de desarrollo del niño. Es a través de estas, que el niño va adquiriendo independencia.

En un aula Montessori el niño es un ser activo, es él quien decide qué actividad desarrollar. El niño deja de tener un rol pasivo y pasa a ser el protagonista activo del propio proceso de enseñanza-aprendizaje. Así, va desarrollando un sentido de independencia acorde a su desarrollo y es, precisamente, gracias a este espacio que es capaz de hacer elecciones adecuadas para él.

Nadie puede ser libre a menos que sea independiente; por lo tanto, las primeras manifestaciones activas de libertad individual del niño deben ser guiadas de tal manera que a través de esa actividad el niño pueda estar en condiciones para llegar a la independencia.

Maria Montessori

El ambiente Montessori promueve la libre elección

Como comentábamos anteriormente, el niño tiene un rol activo en el proceso de aprendizaje. En un ambiente preparado los niños tienen a su disposición distintos materiales y son ellos los que escogen con cual trabajar, de acuerdo a sus necesidades, tanto psíquicas como físicas.

En el método Montessori se parte de que el niño tiene la capacidad y la necesidad de experimentar y de aprender. De aquí la importancia de contar con un ambiente preparado que de respuesta a sus necesidades, ritmos e intereses.

La libertad para escoger el material Montessori con el que se quiere trabajar, permitirá el desarrollo de distintas habilidades en el niño, como la autoevaluación y corrección por sí mismo.

En un ambiente preparado el respeto es una pieza fundamental, se busca respetar a la personalidad del niño. Tenemos que tener claro que el desarrollo del potencial del niño no está determinado por nosotros. Como adultos, solo podemos servir al desarrollo del niño, guiarlo y darle a conocer el ambiente en forma respetuosa y cariñosa. Los niños trabajan por su propia y libre elección y, eso les permite un alto grado de independencia.

una nina con cilindors de boton en el ambiente preparado de un aula montessori

La libre elección es la actividad más elevada: sólo el niño que conoce aquello que necesita para ejercitar y desarrollar su vida espiritual puede escoger libremente de verdad.

Maria Montessori

El ambiente preparado ayuda a la adaptación en sociedad del niño

Según Maria Montessori los niños absorben como “esponjas” todas las informaciones que requieren y necesitan para su actuación en la vida diaria.

El niño tiene una profunda relación con el ambiente que le rodea. El niño va absorbiendo todo lo que encuentra allí. La absorción en el lugar en el que el niño ha nacido, le permitirá que se sienta ligado a las personas que le rodean, asimilando así costumbres, hábitos sociales y creencias.

El ambiente preparado ayudará al niño a adaptarse a su entorno social, reproduciendo los usos y costumbres propios de la cultura.

La importancia de la concentración en el ambiente

La concentración no solo permite al niño perfeccionar sus habilidades, sino que marca el inicio de una transformación en su comportamiento, porque le permite canalizar su energía de una manera positiva. Para que esto suceda son necesarias actividades con propósitos bien definidos y claros, que permitan al niño un trabajo real y constructivo.

El ambiente Montessori se caracteriza por ser un entorno seguro que permite al niño llegar a estar concentrado en un tarea sin distracción alguna. Dentro del ambiente, el niño se sentirá atraído por los materiales por su forma, color, etc. luego, a medida que adquiera más experiencia, ira desarrollando un trabajo cada vez más intelectual.

Si te interesa saber más sobre la importancia de la concentración en el ambiente preparado te proponemos este artículo de IMI.

En un ambiente preparado encontramos materiales Montessori

Tomando el punto anterior, los materiales Montessori son necesarios para que el niño logre la concentración. Estos materiales invitan al niño a realizar grandes descubrimientos y les motiva a repetir una actividad hasta completarla con éxito observando y clasificando objetos, encontrando semejanzas o las más sutiles diferencias. El niño es quien los escoge y es a través de ellos que se construye a sí mismo.

El orden y la distribución de los materiales por áreas dentro del ambiente Montessori tiene su propósito. La forma en la que se colocan los materiales y los muebles está estudiada para que se adecúe en base a su desarrollo. El orden del ambiente y los materiales, ayuda al niño a ordenar en su conciencia la multitud de sensaciones que el mundo le provee y los límites le ayudan a ordenar su mente y le facilitan la comprensión de lo que le rodea.

El ambiente ayuda al control y coordinación de movimientos del niño

Los movimientos corporales no solo posibilitan al niño relacionarse con su entorno sino que también le permiten desarrollar su cuerpo, su mente y su espíritu. A medida que crece, el niño va logrando una mayor destreza motriz, la cual le permitirá adquirir un nivel más alto de independencia. Los niños son atraídos por actividades que involucran movimiento y, especialmente, por aquellos trabajos que les exigen cierto nivel de exactitud y precisión.

El ambiente Montessori es un ambiente seguro y no restrictivo. Al ser un espacio pensado y adaptado a las necesidades del niño, esté podrá moverse libremente dentro de un ambiente preparado. No solo alcanzará la coordinación motora gruesa, que manifiesta en el dominio del equilibrio, sino que también conseguirá el desarrollo de la coordinación motora fina, con el uso de la mano.

Los movimientos no solo los hacemos simplemente por movernos, cada movimiento tiene su propósito, siempre tiene alguna intención.

Maria Montessori

El ambiente Montessori brinda una sensación de confianza y de seguridad al niño

Un ambiente preparado ofrece al niño un espacio de confianza y seguridad. Al encontrarse con un espacio ordenado, predecible, con rutinas establecidas; el niño crece y avanza hacia su propio desarrollo. Todo ser humano necesita de un ambiente que le provea de seguridad física y psíquica, especialmente en sus primeros años.

Un ambiente adecuado ayuda al desarrollo de la voluntad en el niño

La doctora Montessori consideraba que cada ser humano es el encargado de liderar el desarrollo de su voluntad, proceso que se da naturalmente si le es permitido seguir las leyes fundamentales que mantienen en equilibrio y disciplina al universo del cuál forma parte. Para ella, es la misma fuerza creadora que dirige su desarrollo, la que vez tras vez permite y alienta la repetición en el niño. La habilidad de escoger un material intencionadamente se va desarrollando de manera gradual durante los primeros años y se va fortaleciendo mediante la práctica.

La voluntad es algo que se va desarrollando poco a poco y que solo el niño puede forjar, a través del ejercicio de la misma; el adulto solo puede ayudar y acompañar. Esta se va desarrollando cuando la fuerza interna del niño lo lleva a crecer, a elegir y a repetir espontáneamente una actividad en su ambiente de trabajo.

El ambiente preparado Montessori ofrece un lugar calmo y ordenado, que invita al niño a elegir qué material desea utilizar. Esto desarrolla la libre elección, componente indispensable de la voluntad.

Es importante recalcar que la voluntad ayuda al niño a moldear su carácter y fortifica su capacidad de decisión, hasta que un día actuará de forma consciente y voluntaria.

Si te interesa saber más sobre la voluntad del niño, te recomendamos que leas el siguiente articulo sobre la ley del Máximo esfuerzo Montessori en el niño pequeño.

Desarrollo de la conciencia social del niño

Según María Montessori la socialización se establece cuando los individuos actúan de manera independiente y establecen lazos con otros individuos, persiguiendo un fin común. En un aula Montessori, la vida social se da dentro de una comunidad trabajadora en donde el niño aprende a resolver problemas, a comportarse bien y a proyectar planes aceptables para todos.

El ambiente preparado favorece la socialización y permite al niño el desarrollo de dos cualidades sociales de gran importancia: el respeto y la espera. Como explicamos anteriormente, el material Montessori está limitado en el ambiente preparado, ya que solo hay uno de cada, lo que hace que se desarrolle la habilidad de “esperar“. En un ambiente Montessori vemos a los niños utilizando los materiales de manera colectiva y cooperativa. Estos rasgos se afirman espontáneamente en el niño a través de la experiencia, con la cual se establece la construcción social.

Desarrollo de la conciencia ecológica del niño

La naturaleza es una gran educadora y despierta la capacidad de observación, investigación, exploración y análisis. Es por eso que el niño debe estar en contacto con la ella, ya que le ofrece una serie de posibilidades de desarrollo, mucho más rica y amplia que la que tiene dentro de un aula.

La educación Montessori tiene un enfoque holístico, pues procura brindar al niño herramientas que le permitan descubrir que todo aquello que va aprendiendo está interconectado, que no se trata de contenidos aislados. Esto ayuda a la toma de conciencia de la interdependencia y el sentido de la gratitud que surge a partir de esa conciencia.

Para terminar nos gustaría que veas el siguiente video

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